HUE, 12 noviembre, Bin Thuan An


 

Lluvia, lluvia y mas lluvia. Ayer estuvo lloviendo todo el día, desde las 5 am hasta la media noche. Si sigue diluviando de esta manera, algunas calles de Hue se inundaran porque el río ya va muy lleno. Donde estoy yo, hay una carretera que cruza el río por la parte baja de este. Pero del agua hasta la carretera, apenas hay 50 centímetros.

Cómo me dijo el hombre, que me hizo de guía para visitar las tumbas reales, el mejor mes para venir a Vietnam es el de Febrero. Pues no llueve y la temperatura media es de 25º. Ahora es invierno y aunque cuando sale el sol, los Europeos, vamos en manga corta para los Vietnamitas hace frío y van mas abrigados. Estos días de lluvia, encima de la camiseta de manga corta, llevo una camiseta de manga larga y un impermeable finito. El que compré en Sapa y que me ha salvado de estas lluvias. Es el mismo que llevaba puesto el día de la excursión a Cat Cat.  Chaqueta lluvia



Como estaba lloviendo, he aprovechado para cerrar la reserva del vuelo desde Ho Chi Minh (Saigon) a Bangkok y buscar vuelo desde Hue a Ho Chi Minh. Al final me iré en avión porque solo hay una diferencia de 12 € en cuanto al dinero y de 20 horas, a favor del avión, respecto al tiempo. Eran las 12 am cuando paraba de llover y salía tímidamente el sol. Tenía que aprovechar el momento y he alquilado una de las motos que dispone el hotel para los clientes. Por 100.000 Vnd (4€) mas gasolina, podía disponer de la moto hasta las 8 de la noche. Tiempo suficiente para ir en busca de una playa, a unos 50 kilómetros de Hue.


En google maps he mirado la ruta que debía seguir para llegar a Bin Thuan An y uno de los recepcionistas me ha indicado como salir y que cuando llegase a una fabrica grande de cerveza, debía coger la carretera que salía a mi derecha.

Una vez en marcha, lo primero que he hecho es repostar en una gasolinera que había saliendo de Hue.
He puesto 20.000 Vnd, que creía suficiente para ir y volver. Siguiendo por la carretera he encontrado bastantes edificios que o eran pagodas o casas construidas como pequeñas pagodas. De algunas he sacado fotos y de otras he pensado hacerlo a la vuelta. He pasado por varias pequeñas poblaciones, de las cuales no se el nombre porque no he visto ningún letrero. La verdad es que estas poblaciones estaban muy seguidos, como si fuera todo la misma población o mas bien barrios de una sola población. Vietnam es un país pequeño con muchos habitantes. La densidad por habitante es enorme y en el terreno lo ves en las carreteras. Los espacios sin casas, pagodas o chabolas no llegan a los 500 metros. Y por las carreteras, difícilmente vas solo.

En mi trayecto habían muchas escuelas pequeñas y eso hacia que me cruzase con muchísimos niños y niñas que iban o venían de los colegios. Algunos iban andando y muchos otros en bicicletas. Bastantes niños y niñas iban con el uniforme o chándal de sus colegios. Entre tantos niños y niñas había variedad de uniformes, pero todos coincidían en una cosa en mirarme cuando pasaba con la moto. Algunos de los niños y casi todas las niñas, me saludaban al pasar o cruzarme con un expresivo ''Helloooooooo'' y una sonrisa. No es muy normal ver extranjeros por estos lugares, y menos en moto. En una parada de autobús dos adolescentes querían que las llevase en moto, pero no lo he hecho por prudencia.


Llevaba bastantes kilómetros sin divisar la playa y teniendo el mar,pero sin arena, a mi derecha y me estaba meando. Tampoco, la carretera, mostraba indicios de acabarse. Y como podía estar siguiendo el contorno del mar hasta el quinto pino y aparecer en otra ciudad he decidido meterme por un pequeño camino de tierra, alejado de las casas y gente, lo cual ya es difícil, y parar ha hacer mis necesidades.
He parado al lado de una iglesia Católica, que hay muy pocas, y que el final del camino desembocaba en una casa.
Saliendo del camino, he decidido volver por la carretera que venia y coger el primer desvío, en forma de carretera, que encontrase a mi derecha. No había avanzado muchos kilómetros cuando he llegado a un desvío que giraba a la derecha y que me daba buena pinta. A ambos lados de la carretera, el terreno era arenoso, con pequeñas dunas de arena y arboles. Lo mas curioso, era que sobre la arena y camufladas, un poco, por los arboles aparecían infinidad de tumbas, familiares, con estructuras típicas de la zona. Mas que tumbas, parecían mausoleos o tumbas como las que tienen las grandes familias en el cementerio de Barcelona. Cada vez había mas arena. Arena de color blanco, muy blanco. Justo pasar a un grupo de personas locales, que estaban comiendo debajo de unos pinos y que mas que
saludar me han gritado algo, se acababa la carretera. Mas bien la carretera desaparecía debajo de la arena. Supongo que eso es lo que trataban de avisarme los que estaban comiendo. Por fin daba con el lugar que andaba buscando, no porque conociese el lugar en que me encontraba, sino porque mi deseo era llegar hasta el final de una carretera.


No tenia ni idea de donde estaba pero el lugar me fascinaba. A mi alrededor solo veía arena y bosques de pinos ningún coche, ni una moto, ni bicicletas, ni turistas. La única gente que se veía eran las 5 personas y un carro tirado por un búfalo que me había cruzado unos minutos antes. Pero tampoco, la playa mostraba indicios de estar por ahí.
Como el sitio estaba genial y solo me rodeaba la naturaleza con su visión y sonido era el momento ideal para descansar, comer algo de lo que llevaba en la mochila, continuar con la lectura del libro que estoy leyendo sobre el continente desaparecido y tomar un poco el sol. En los ratos que dejaba de leer, levantaba la vista para contemplar los bosques y los caminos que se adentraban en ellos, invadiendo me una tremenda curiosidad por investigarlos. Tan solo me frenaba el tema de las minas que leí, unos días antes de llegar a Hue.
Hue se encuentra situada en la región central de Vietnam al sur de la DMZ. La DMZ, como sus siglas indican, es la zona desmilitarizada, creada por Vietnam en 1954 durante la guerra contra EE.UU. Esta zona, irónicamente a lo que indica su nombre fue la zona donde hubieron los mas sangrientos combates. Estaba llena de búnker y los típicos escondites que podemos ver en las películas de la guerra de Vietnam. También se plago de minas antipersona, toda la región central, de las cuales aún hay muchas que no se han detonado ni desactivado. Cada año hay personas, Vietnamitas, que mueren o pierden alguna parte del cuerpo debido a las minas que detonan al pisar. La DMZ, también sirvió para separar Vietnam del Norte (Vietcong) y Vietnam del Sur apoyada por USA.

Aunque donde me encuentro no es la zona mas minada, esta bastante cerca y también hubieron intensos combates durante la última guerra. Mientras leía, han pasado 2 mujeres locales, ataviadas con el típico sombrero Vietnamita, en dirección hacia el bosque que tenia a mi espalda y del cual, hacia un rato, me llegaban sonidos que no podía ser otra cosa que del mar. Las mujeres han sido la chispa que me ha animado a adentrarme en la arboleda y llegar a la playa. Pensaba que siguiendo las pisadas de las mujeres nada me pasaría, pero tan solo unos cuantos metros mas adelante, las huellas desaparecían y tenia que fiarme de mis instintos y vista. De vez en cuando encontraba marcas de ruedas y las seguía. Al final se acababa la pineda y allí estaba una estrecha pero larguísima playa. Situando el mar en mi norte, hacia el este la playa llegaba hasta el infinito flanqueada por bosque y hacia el oeste el panorama era el mismo. El ruido que oía, cuando leía, era el que hacen unas fuertes olas al romper en la playa. El fuerte oleaje y el mar tan embravecido intimidaban. Una especie de bandera roja muy destartalada y que no parecía la hubiesen colocado expresamente, advertía del peligro del mar. A unos metros y en la orilla, estaba un hombre cargando un pequeño carro tirado
por un búfalo. El hombre cogía arena con una pala-red y
llenaba el carro, a tope. Entre pala y pala, el hombre, me miraba extrañado de ver a un occidental allí. Cuando se ha ido, ha levantado el brazo despidiéndose de mi. A lo lejos otros hombres con búfalos realizaban la misma tarea.
He estado tomando el sol y leyendo un buen rato, luego me he puesto a buscar y recoger caracolas y corales dejados por las altas mareas. Cuando ya tenia muchos tesoros, he empezado a caminar por la arena, descalzo. Estaba pensando en acercarme a algo extraño que apenas distinguía en el horizonte de la playa. Parecían un montón de troncos entrelazados como si allí se hubiese levantado un fortín.
A medida que me iba acercando, las cosas empezaban a tomar forma y aquello que me extrañaba eran pequeñas barcas de pesca y mucha gente alrededor recogiendo o arreglando las redes de pescar. Parecía todo un pueblo de pescadores aunque no vivían allí, puesto que apenas habían 2 chiringuitos. Como mi acercamiento levantaba demasiadas curiosidades he tomado algunas fotos y he vuelto al lugar del cual partía.


En donde estaba acababa un riachuelo que cubría hasta las rodillas y con el agua un poco sucia. En algunas partes estaba casi estancada. Parecía que siguiendo la orilla, me llevaría en dirección a la moto, pasado el bosque. He seguido un rato por la orilla izquierda hasta que no se podía avanzar mas y he continuado por el bosque, pegado al riachuelo. En ese momento me he dado cuenta que tenía que cruzar el riachuelo, porque sino, no acortaba en dirección a la moto. No quería mojarme las zapatillas de deporte así que debía buscar una zona que fuese mas estrecha para saltar. La zona mas estrecha que pude ver, tendría un metro y medio de distancia y la zona de aterrizaje casi plana. Preparé la cámara en modo vídeo porque quería grabar el salto, cogí carrerilla y sin pensarlo mucho salte, como si fuese un saltador de salto de longitud, y caí donde tenía previsto. 
Otra sorpresa me llevé cuando aparecieron delante de mi 6 o 7 tumbas, como las que vi en la carretera, entre los pinos. Antes, al ir en dirección a la playa, no pase por el mismo sitio. Las tumbas, mas bien mausoleos parecían las tumbas, de familias importantes, que hay en el cementerio de Barcelona pero estaban destrozadas. Parecerían saqueadas si no fuese porque algunas tenían fecha y eran bastante recientes, 1998 y 2001. Dado lo cual, seguramente, se destrozaron durante el fuerte temporal que azotó esta parte del país, unos días antes de llegar, yo, a Hue.
Una vez haber pedido perdón a los muertos, por el respeto de pisar su espacio, he estado curioseando y sacando fotos del destrozo. Continué mi trayecto hacia la moto teniendo que saltar, de nuevo, el riachuelo y así evitar traspasar una zona un poco pantanosa y de dudosa solidencia. Para volver a saltar escogí otra zona y me equivoque, porque al aterrizar sobre una zona, que parecía fiable, se me hundieron los dos pies hasta el tobillo. Tuve que hacer un poco de fuerza para sacar primero un pie y luego el otro, aparte de sacarlos empapados y llenos de arena. Cuando llegué a la moto, no me quedó mas remedio que limpiar las zapatillas de deporte con un trapo y guardar los calcetines, mojados, en una bolsa de plástico. 

Debajo, tienes los links para ver los vídeos de la aventura.
Siguiendo el curso del riachuelo                          Tumbas destrozadas







De camino a Hue me he vuelto a cruzar con mas niños y niñas, en bicicleta. He encontrado otra entrada de playa y la he cogido a ver que había. Hacia un rato que me había dado cuenta, aunque un poco tarde, de como eran las entradas de las playas para bañistas. El final del camino daba a una playa donde unos cuantos chiringuitos de madera y de bambú, que apenas se aguantaban en pie tras el azote del temporal. Coloque la cámara, ligeramente fijada, al manillar de la moto. Fui tomando fotos y grabando un vídeo mientras conducía por un pequeño camino, paralelo a la playa y a los chiringuitos. De un par de chiringos escuche ''Helloo'' mientras paseaba. Tampoco me entretuve, mucho, se estaba haciendo de noche y empezaba a chispear. La noche me iba a dificultar el saber por donde volver y también coincidía con la hora punta de trafico.
A la hora a la que volvía la carretera estaba llena de motos y gente, la mayor parte chicas en bicicleta. Vistas por detrás, las chicas que iban en bicicleta parecían la misma chica. Las diferenciaba los colores de la ropa o del uniforme. Todas llevaban una larga y negra cola e incluso parecía que llevasen la misma cadencia de pedaleo.
Casi estaba llegando a los barrios periféricos de Hue cuando me he despistado y he cogido una carretera equivocada. Me he dado cuenta a la que llevaba 1 kilómetro, mas o menos. Luego, ya entrando en Hue, lo he hecho por una calle que no era la misma por la que había salido esta mañana, y he aparecido en otra parte de la ciudad. Me ha costado un rato y unos cuantos paseos, arriba y abajo para pararme, sacar el mapa y situarme. Finalmente he encontrado el camino hasta mi hotel y he llegado sin ningún problema.

Una buena ducha, salir a cenar, un poco de ordenador, charlar con uno de los recepcionistas y con Silvain, un cliente Suizo y muy majote del hotel y beber un par de cervezas es todo lo que he hecho hasta la hora de dormir.

HUE 11 Noviembre

Esta mañana, después del completo desayuno que me he pedido, he desmontado uno de los ordenadores de recepción. Fallaba el panel frontal, donde se conectan los cascos y el micro, y saltaba el driver de la tarjeta de sonido. Una de las causas podía ser que estaba flojo o algún cable medio suelto. El ordenador estaba lleno de polvo y el panel un poco suelto. He apretado el panel y limpiado de polvo, el ordenador y lo he vuelto a montar. Al encenderlo, el panel no fallaba tanto pero no estaba arreglado del todo. Creo que se tendría que cambiar el panel o reiniciar el driver.


Fotos de la Citadel


He seguido toda la mañana con el ordenador. Pero no arreglándolo, sino escribiendo en el blog y subiendo algunas fotos. Cuando me he dado cuenta, era ya mediodía. Eran las 12 am, hora de comer en Vietnam, y la señora del hotel me ha invitado a comer con toda la familia. Supongo, que debido a arreglarles el  ordenador, le caigo en gracia a la señora. Comiendo se han reído conmigo porque me iban ofreciendo de todo y yo no decía que no. Lo que no sabia es que alguna de las cosas que comía eran súper picantes y eso me hacia subir la temperatura del cuerpo a la par que mis ojos lloraban y mi cara se ponía roja. Para rematar me he bebido el jugo del cuenco, donde iba mezclando toda la comida. Picante y no picante. Ha sido la explosión final, no veas como picaba.



Una pequeña siesta, en la habitación, me ha sentado de fabula. He recargado energía para mi visita del día. Hoy toca ir a ver la ciudadela de Hue, es enorme y se tarda bastante tiempo en visitar y recorrer.


No serian mas de las 14:00 cuando ya estaba de camino. Para ello, tenia que cruzar el río Perfume, pasar por una de las puertas de la muralla exterior, caminar en dirección Noroeste y llegar a la puerta principal. En la puerta tenias que pagar para poder visitar.


La ciudadela estaba flanqueada por un río y por otra muralla. Dentro habían un muchos edificios de la época de la monarquía en Vietnam. Algunos de los edificios estaban en reconstrucción, otros por reconstruir y algunos, solo quedaban las ruinas. Como dentro era enorme y cada uno podía elegir por donde visitar, he empezado por los alrededores de los edificios y colándome por algunos sitios interesantes y no visitables. De esta manera he hecho tiempo para que se fueran bastantes turistas y poder sacar buenas fotos del recorrido principal.






El palacio principal, de la ciudadela, se llama Thai Too Palace. Construido en 1805 y reconstruido en 1833 y 1923, funciona como hall para las grandes audiencias, bimensuales, de la corte de Nguyen. El emperador, escoltado por los hombres de la familia real, presidía las ceremonias desde su trono. Los Mandarin se situaban, de pie y en linea mirando al palacio de acuerdo a su posición y rango.En el lado derecho se situaban los militares Mandarin y al lado izquierdo, los civiles, Mandarin.


Creo que lo he visitado casi todo. Solo me han quedado un par de edificios por visitar. Ya estaba oscureciendo y no se veía mucho. También había empezado a llover. Cuando salia por la puerta, ya estaban echando a la gente.
Al salir de la Ciudadela, diluviaba y he tenido que sacar mi chaqueta impermeable, que me vi forzado a comprar en Sapa. Aunque sólo me ha servido de cintura a cabeza, porque de cintura a los pies, he llegado empapado al hotel. Habían unos 25 minutos caminando. Espero que mañana no llueva porque voy a alquilar una moto para acercarme a una playa.




Como era de esperar, no voy a poder visitar ni la mitad de los sitios que me había planeado desde Sapa. Primero ya me entretuve, quedándome 3 días más en Hanoi y porque en Hue, no voy a estar 2, sino 5 dias mínimo. Ya me lo advirtió aquella chica Alemana, que vivía en Hue y que conocí junto a un chico Murciano. Ella me dijo, que si me había gustado Sapa y no me gustaba lo turístico, me encantaría Hue, a pesar de ser una ciudad. Además el problema principal es la lluvia. Esta lloviendo en casi todo el país, menos el norte. Por lo que creo que dejaré el Sur para la próxima vez que vuelva a Vietnam.