No se que hora era cuando el sonido de un carrito de comida me despertaba. No me ha importado porque el hambre apretaba y era mi opción para desayunar algo.
Yo no sabia que pasaban a ofrecerte comida y bebida, por todo el tren, sin tener que ir al bar.
El desayuno, ha sido una sopa de noodles que me ha costado 10000 Vnd.(0,4€) y un café 10000 Vnd. Después me he ido a pasear por el tren y despejarme un poquito. He llegado hasta el bar que parecía mas un office para el personal, que el bar propiamente dicho.
Cuando he vuelto, he empezado a tontear con unos niños y como no sabían Ingles, la madre, joven, hacia un poco de traductora. La mujer viajaba con sus 2 hijos, de 10 y 6 años, y se quedaba en el pueblo anterior a Hue. Hemos estado hablando de que hacia, yo, por Vietnam, de su vida, de mi vida, si tenia hijos, si estaba casado y me ha aconsejado cosas de Hue. Haaa, y me ha dicho que mucha suerte con mi viaje, al despedirnos.
Los niños me han hecho recordar a mis sobrinos, Alan y Nuno, que son pura energía. Mi otro sobrino,Nicolás, aun es pequeño para saberlo. Y como se que me leen de vez en cuando, aprovecho para darles un beso y decirles que los hecho de menos.
De vuelta a mi compartimento, 4 de las 5 personas, con los que comparto cabina, estaban levantados y de charla. Me han ofrecido sentarme con ellos en vez de subirme a la 3ª litera, que tengo que estar tumbado. Ellos son tres hombres y una mujer, trabajan en la misma empresa y van a Hue a hacer una presentación de instrumentos médico electrónicos. Son los 4T, sus nombres son: Tuan, Thuan, Tan y Thai. Thai es la mujer, que además se encarga de los números y cuentas.
Hablamos de varios temas, hablamos de mi viaje, de la vida en Vietnam, de las diferencias entre las culturas, de los precios en Europa y hablamos de la independencia que quieren los Catalanes. No entienden porque Catalunya se quiere separar de España, pero tampoco sabían que hablamos otro idioma y que hemos tenido otra historia. Ellos pensaban que hablábamos el mismo idioma pero diferente acento.
Mientras charlamos, pasa otra vez la señora con el carro de comida y me invitan a comer con ellos, no me dejan pagar nada. Que gente mas maja me encuentro por el mundo. No se si estoy teniendo suerte con la gente que me encuentro o al ponerme a hablar tan tranquilamente y natural caigo bien o porque un pequeño sentimiento de ayuda les florece en sus pensamientos al preguntarme si viajo solo y obtener un, si, como respuesta.
En la estación de Hue, ayudo a mis nuevos amigos a bajar un montón de paquetes que llevan, para su presentación. Luego me dan las gracias y nos despedimos, no sin antes intercambiar nuestras cuentas de email.
Al salir a fuera de la estación me encuentro con el mismo escenario de cada estación de tren o aeropuerto, de cada ciudad. Esquivar a todos los pesados que te asaltan para colocarte un taxi, moto-taxi, bici-taxi o alojamientos. Ahora lo soporto mejor porque he aprendido a que una gorra, mirada al camino sin apenas levantarla, para no mirarles a los ojos, y el, no, en tus labios no insisten. Tampoco les doy tiempo. Me cuesta ser así porque siempre que me saludan devuelvo, como mínimo, un saludo, pero aquí si lo haces estas vendido.
Una vez pasado el escollo de los vendedores, empiezo a caminar guiado por la proyección visual del plano que había memorizado, en el tren. El recorrido de la estación de tren hasta el centro de los alojamientos, que he preseleccionado, esta, a tan solo, 2 km. Cuando empiezo a darme cuenta de que algo no va bien además de que llevo andando mucho rato y empiezo a estar cansado y dolorido de llevar la mochila en la espalda, paro ha descansar, ojear el mapa bien y tomar un café.
No saco nada en claro y la chica del bar tampoco me deja claro si puedo ir por la dirección que le indico, para pasar las vías del tren, otra vez. Al menos me marca la posición en la que nos encontramos en el mapa que llevo. Pero como me he de mover, empiezo a andar.
Cuando llego a la zona que buscaba, solo me queda encontrar alguno de los alojamientos que me había marcado en la guía. Mientras, guía en mano, me deshacía de varios pesados ofreciéndome alojamiento me he cruzado con la mujer mas guapa que he visto en Vietnam. Mas que cruzarnos, hemos chocado el uno contra el otro. Ella salia del hotel en el que trabaja a captar clientes y yo, mirando a tras, les decía que no a unos pesados.
Primero me ha preguntado que sitio buscaba y cuando le he dicho que buscaba el Halo hotel, me ha ofrecido una habitación del hotel a un buen precio. Me ha enseñado tres tipos de habitaciones con sus respectivos precios. He escogido una doble, con dos camas enormes y con bañera en el baño, que solo costaba 8$ (6€).
La chica se llama Cam y el hotel esta bastante bien. En la habitación dispongo de Tv Satelite, A.A., teléfono y un baño grande. También tengo una mesa redonda y 2 sillones y te limpian la habitación cada día.
Una vez instalado en mi habitación y aprovechando que tengo bañera, me pego un buen baño hasta quedarme arrugado. Intento descansar un poco pero no puedo, mi actividad mental no me deja. Me visto y bajo al hall del hotel y me pongo un rato en uno de los dos ordenadores que el hotel tiene a disposición, gratuita, de los clientes. Cam ya se ha marchado y su puesto lo ocupa uno de los hijos de la familia.
Salgo a cenar algo por los alrededores y encuentro un restaurante con terraza y con mesas dentro. Me coloco en una mesa de dentro porque fuera esta todo ocupado. La atención es correcta y la comida no esta mal. A la vez que como escribo en mi diario de papel y por hacer esto y sin darme cuenta, estoy llamando la atención de las 3 chicas, camareras, y de un hombre del local. Al final una de las chicas, no puede aguantar su curiosidad y se acerca a preguntarme si soy escritor.
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