Sapa - Lao Chai - Tavan 24 octubre

El viaje hasta Sapa en autocar no se hace pesado, son tan solo 40 km de carretera de montaña con bastantes curvas. Sobre las 6 am estamos en el hotel, en Sapa, allí nos dejan una habitación para ducharnos, luego el desayuno y a las 9:30 empezamos el trekking con una guía de la tribu de los Hmong, llamada Me.


El trekking constara de 10 kilómetros, dividido en 2 partes. Una de 6 km hasta Lao Chai, donde pararemos para comer y otro tramo de 4 km hasta Tavan donde haremos noche, en una casa (home site) de los minority people, asi llaman a las tribus de la zona. Hay 3 grandes tribus, los Hmong, los Zao y los Thai. Los Hmong, se dividen a su vez en 4 o 5. Los Black Hmong, los Clear Hmong, los Red Hmong, los Blue Hmong y otro mas. La vestimenta diferencia los Zao de los Hmong de los Thai.

No hay palabras que pueda usar para describir el paisaje, me remito a las fotos para que juzguéis vosotros mismos. Usando un típico tópico, 1 imagen vale mas que mil palabras.
Aunque en algunas fotos, la intensa niebla no deja apreciar bien el fondo del paisaje.

La primera parada es en un puesto a pie de carretera, donde se pueden comprar bebidas. Allí nos abordan unas 15-20 niñas, de no mas de 11 anos, que quieren vendernos pulseras, de tela bordadas. Algunas de las ni
ñas llevan a su hermano pequeño colgado en la espalda. Seria difícil ver esto en los países mas desarrollados, donde sobre protegemos a nuestros hijos. Aquí las niñas se hacen mujeres antes que en los países occidentales.

Ahora dejamos la carretera, mas bien el camino, para empezar un sendero por la ladera de una montaña. en algunos tramos el terreno esta mas resbaladizo y fangoso. Aquí empieza el trekking de verdad y algunos turistas no llevan el calzado apropiado. Me cuesta entender como alguien se apunta a un tour de trekking sin venir preparado. Por lo que me cuentan, al preguntarles, no se pensaban que íbamos a andar por senderos de montaña.

El primer pueblo que alcanzamos es Lao Chai, una aldea de 2000 habitantes distribuidos por las laderas de varias montañas en cabañas, chabolas y casas de madera o bambú. Al llegar a Lao Chai muchas de las mujeres, que nos han acompañado, nos empiezan a vender los artículos que llevan en el cesto, a sus espaldas. La mayoría de los objetos son pulseras, bolsos pequeños, medianos y grandes, pañuelos, fundas para móvil, etc. Yo compro algunas cosas ya que son bonitas y no son muy caras. Al comprar algo, algunas mujeres te regalan y ponen una pulsera de mano, como las que vendían las niñas. No todos los turistas compran y no entiendo el porque.

 Estas mujeres, nos han acompañado todo el trayecto, dándonos conversacion y ayudando a las personas en los momentos mas difíciles del camino. Por lo que gastarse unos euros, entre 3 y 15, no lo veo desmesurado.
En Lao Chai paramos para comer, comida típica de la zona. La comida es buena y abundante, lo que hace que alguna gente no se la acabe.

Después de comer nos quedan unos 3 km de camino de tierra hasta otra aldea, llamada Ta Van. Desde que hemos salido de Lao Chai me acompaña una mujer de los Zao, que se llama Fam y tiene 26 años.
Me acompaña hasta la home stay de Ta Van. No le compro nada porque ya no me queda mucho dinero, lo he dejado en el hotel de Saba. Fam me dice que vendrá mañana para acompañarnos en el trekking hasta Chang Ta Chai, que es donde vive. Yo le prometo que mañana, si viene a Sapa, le comprare algo. Me, la guía, se cachondea y me dice que tengo una nueva novia.

La casa donde pasaremos la noche, Diana, Shana, Me y Yo, son las llamadas "home stay" y son casas típicas de la aldea, pero preparadas para turistas. Al decir preparadas, me refiero a que están un poco mas limpias que las de la gente del lugar.

La casa tiene 2 pisos. En el 1o es donde se hace vida, donde esta la cocina. Donde esta el salón y comedor, todo junto. El 2o es donde están las camas para los turista, unas 10 0 15 camas, en el suelo y con una mosquitera entera para cubrir el colchón. En la parte de fuera hay una terraza comedor, un mirador y, hasta, una mesa de billar.

En la entrada a la terraza, desde fuera de la casa, hay una valla de bambú que tiene una parte caída.  Como tenemos tiempo, y no puedo estar sin hacer nada, le pregunto a la dueña, de la casa, si tienen herramientas y si le importa si le arreglo la valla. Un par de horas mas tarde la valla esta reparada, justo antes de cenar. Estoy sintiéndome como si estuviera en casa. El trato es hogareño total, que calma, que relajación.

El día ha sido largo y con bastante actividad física así que me voy a dormir, cuando todavía no son ni las 9 pm.